Hace un par de días el ventilador del Cooler Master Hyper 212x que tengo puesto en mi equipo gaming empezó a efectuar un zumbido molesto. Pensé que tendría polvo, por lo que abrí la caja para aspirar y quitar la suciedad que tuviera, pero ni por esas. Era el momento de buscar candidatos silenciosos. ¿Alguien dijo refrigeración líquida?
Llegados al punto de tener que buscar otro sistema de refrigeración, estuve muy cerca del archiconocido Noctua NH-D15. El cual nadie duda de su buen hacer. Pero también de su gran defecto, el volumen, ya que el tamaño de los dos bloques de disipadores y ventiladores es considerable. Por ello no es apto para todos los públicos. En mi caso, dispongo de una caja NZXT S340 ELITE, donde por lo que he visto en la red, cabe, pero muy justo. Yo tampoco quiero poner un mamotreto que me vaya a comprometer la aireación del interior de la caja, y la visibilidad del resto de componentes. Así que dije, vamos a probar una refrigeración líquida.
Elección
Una vez mentalizados del paso, toca elegir marca y modelo. En primer lugar, descarté también por cuestiones de espacio las refrigeraciones líquidas custom (las mejores, por cierto). Más adelante, seguro. Así que me quedé en el grupo de las AIO (All in One) o todo en uno. Mirando el espacio que tenía mi caja, podía elegir de un ventilador (120mm o 140mm) o dos, y colocarlo arriba, en la parte trasera o en el frontal. La opción elegida fue en el frontal, con dos de 140 mm (caballo grande, ande o no ande).
Una vez clara la opción de dos ventiladores de 140, era cuestión de elegir marca. Solo me planteé NZXT o Corsair. Probablemente la mejor opción ubiera sido NZXT, ya que según especificaciones se adapta perfectamente a la caja. Hay reportes de varios usuarios que la han colocado y entra bien, etc. Entones ¿por qué Corsair? Bueno, es una marca conocida, buen rendimiento, recomendado por varios Youtubers, y en el kit incluye buenos ventiladores (dos ML PRO de 140 mm). También influyó que era algo más barata. Así que, resultado final: Corsair H115i RGB Platinum. Ya hablaremos del RGB.
Arriba tenéis foto de como estaba instalado el 212x. Antes de retirarlo, le pasé la prueba de estrés de Aida64 para ver los gráficos de temperatura y poder comparar. Al final pondré los resultados para que valoréis el resultado. Por cierto, olvidé hablar del procesador. Todavía tengo un i7 2600K a 4,2 GHz. Un «abuelete» con muchas ganas de dar guerra aún.
Montaje
El montaje no podía ser más fácil. Simplemente tenía que quitar el anclaje trasero del 212x y colocar el de la RL. Como es habitual en los sistemas de refrigeración, ya sea por aire o líquida, incluyen herrajes para la gran mayoría de sockets actuales, tanto AMD como de Intel. Aquí es donde me encontré el primer problema, y es que el anclaje trasero no coincidía con los orificios. Menos mal que al fijarme bien en la pieza, se podía leer la indicación 1366 <-> 115x, es decir, que la tuerca se podía deslizar para adaptarse al socket. En mi caso el 1155 tenía que acortar distancias con el centro. Una vez colocado el soporte trasero, es el turno de colocar los tornillos frontales donde se enroscará la tuerca encargada de hacer presión en el bloque de refrigeración. Muy fácil desde luego.
Ahora llegó la parte más peliaguda para mi. Tenía claro el esquema, pero no conté con que el radiador es más grande que la suma de los ventiladores: «Houston, tenemos un problema». El radiador no mide 280mm que es el hueco frontal que tiene mi NZXT, mide 312mm…Llegados a este punto y tras recorrer por mi espalda el sudor frío toca pensar. La solución al final fue sencilla, no hubo que emplear la dremel y montar un desastre, simplemente colocando los ventiladores en la parte frontal y el radiador detras de éstos. Solo pude anclar dos tornillos en el ventilador superior, pero en el inferior si, con lo que el bloque quedó perfectamente sujeto y sin juego.
Una cosa que me llamó mucho la atención en los ventiladores son las gomas que tiene en cada esquina, y que entran en contacto tanto con la chapa de la caja, como con el radiador. Su función es eliminar las vibraciones. Un 10 por Corsair.
Ahora ya solo es cuestión de colocar el bloque encima y en cruz apretar las cuatro tuercas. Aquí comentar que no es necesario emplear un destornillador, ya que un exceso de presión puede ser malo para la placa/procesador. Con los dedos se aprieta hasta el punto que no te deja más, quedando firme. El bloque ya lleva pasta térmica.
Por último en la fase de montaje nos quedan las conexiones. El bloque lleva un conector MicroUSB el cual hay que conectar a un puerto usb interno de la placa (el de pines). A continuación se conecta el conector de ventilador al puerto CPU_FAN de la placa, y los otros cuatro conectores (2+2). Dos dan alimentación a ventiladores, y los otros dos se encargan de gestionar la iluminación RGB de los mismos.
Software
Para controlar los equipos de Corsair, han diseñado una aplicación llamada iCUE, mediante la cual podremos gestionar velocidad de giro de los ventiladores (la bomba no se puede tocar) y su reactividad (Relajado, Equilibrado, Extremo), temperaturas, patrones de iluminación, etc. Muy fácil e intuitiva. No tengo más dispositivos de Corsair, pero con esta aplicación se pueden controlar auriculares, teclados, ratones, iluminación de otros ventiladores, RAM, etc.
Comparativa
Para finalizar, os voy a mostrar la comparativa que he hecho sobre la diferencia de enfriamiento del 212x con este kit de refrigeración.
La direfencia entre ambas a plena carga es de 5ºC. Bajo mi punto de vista muy poco. Si bien es cierto que ambas temperaturas son muy buenas. El procesador está con un pequeño overclock a 4,2 GHz con un voltaje muy conservador. Ahora probaré a darle algún achuchón más a ver si llegamos a los 4,6 GHz…