En esta entrada voy a explicar como fabricar una consola de entretenimiento, capaz de batir a la archiconocida Nintendo Classic Mini de la gran N, a un precio muy bajo, y que permite jugar a otras plataformas, como PlayStation, Genesis, Gameboy, Atari, Nintendo 64, y un largo etc. Para ello utilizaremos una Raspberry Pi.
Vamos a hablar de los requisitos para este proyecto.
- Una Raspberry Pi. Sirven la 1B/B+, la 2, la 3 y 3B+. Como matiz indicar que si disponemos de la primera generación, será necesario realizar overclock, con la consiguiente pérdida de garantía/calentamiento.
- MicroSD de al menos 16 GB
- Fuente de alimentación solvente de 2.5 A. Con una de menos amperaje podréis funcionar, pero a riesgo de ver el aviso de que falta chicha e incluso sufrir reinicios.
- Cable HDMI
- Teclado (para realizar los primeros ajustes)
- Mando. Aquí hay una larga lista de compatibles. Yo he usado el mando de la Xbox One por USB y funciona perfecto, aunque se puede usar de PS3 y los clones que hay por amazon de la SNES. La Raspberry Pi 3 dispone de Bluetooth integrado, por lo que podremos utilizarlo para los mandos, o bien comprar un adaptador vía USB. Si os va la nostalgia.
- Como opcional pero recomendado, una caja para la Raspberry. La opción nostálgica
- Para preparar la MicroSD, necesitaremos un equipo con lector de tarjetas Windows/Linux/MacOS.
Vale, lo tenemos todo, ahora vamos a descargar la imagen de Recalbox de la web. Descargamos la que se adapte a nuestro sistema. Yo utilicé la Raspberry Pi 2. Una vez descargada, descomprimimos el archivo y obtendremos una imagen en formato *.img. Es hora de volcar dicha imagen en nuestra SD. Yo utilicé Etcher, fácil, bonito y barato (gratis). Se encuentra disponible para Windows, MacOS y Linux.
Seleccionamos la imagen, luego el destino (la MicroSD) y por último Flash! Al terminar, lo tendremos todo listo para empezar a disfrutar.
Es el momento de conectar todos los periféricos y cables a nuestra Raspberry Pi. Importante que no he mencionado arriba: Necesitaremos conexión a la red, bien sea por Wifi (en Raspberry 3 en adelante) o por ethernet para poder enviar nuestras ROMS a la Raspberry Pi sin necesidad de andar apagando, cogiendo la MicroSD, etc. Lo fundamental para empezar a andar es alimentación, hdmi, red y teclado.
Una vez cargado y dentro de la pantalla de inicio, podremos conectar nuestro mando de control. Yo conecté el de la Xbox One por USB. Te salta una aviso indicando que ha detectado «algo» y que pulses y mantengas cualquier botón. Al hacerlo detectará el modelo de mando y te saltará un asistente para que definas todos los botones.
Cuando tengamos el mando listo, deberíamos ir al menú para cambiar el idioma (requiere reinicio), wifi, salida de audio (si lo tenemos por HDMI a la TV no hay problema, pero si usamos el jack de 3.5mm necesitaremos cambiarlo). Ahora solo queda volcar nuestras ROMS y poder disfrutar!
Se me olvidaba mencionar, que esta imagen de Recalbox, lleva un mediacenter Kodi, el cual podremos lanzar y hacer todo lo que Kodi te permite. Con esto tendremos el mejor mediacenter, superando ampliamente a la Nintendo Classic Mini.
Según el volumen que tengáis de ROMS, probablemente sea necesario utilizar un disco duro externo (cuidad la alimentación, ya que si el HDD es de 2.5» cogerá la alimentación de la placa).